miércoles, 1 de abril de 2020

Out

La paciencia, mi talón de Aquiles. Me enervan los que andan lento, me pone de los nervios esa gente que habla de forma calmada y ralentizada y en general, me irrita cualquier acto llevado con parsimonia y tranquilidad. Puede que en cierta parte sea envidia porque sepan vivir a otro ritmo o puede que simplemente me guste vivir así, acelerada, pendiendo de un hilo, conteniendo la respiración, el todo o nada, la sensación de estar siempre al límite y de que no hay tiempo que perder, ya no. Y lo siento, por mucho que lo intentes no podrías entenderlo. Simplemente porque no quiero que lo hagas. Porque forma parte de mi universo caótico y me encanta esa poderosa sensación de restringir su acceso y poder mostrar únicamente lo que yo quiero, desde fuera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario