martes, 20 de agosto de 2019

Límites

La eterna promesa, el diamante en bruto que de tanto intentar pulir acabó más desgastado de la cuenta. Empeñados en ponerte ese foco, a ti, que amas la más profunda de las oscuridades. Creces obsesionado con el podio y el escalón inferior sabe a derrota. Y la plata, más que consuelo, huele a decepción. Con la frustrante búsqueda de la lejana perfección. Con esa mirada de desafío que compite a muerte hasta con su propio reflejo. Y cuando paras, de repente, todo te golpea con la misma intensidad con la que lo peleaste en su día, y aprendes a vivir a otro ritmo, por tu bien, pero con esas secuelas que te obligan a que si alguien te reta, arrasas con todo y todos para conseguirlo.

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