miércoles, 20 de mayo de 2015

Timeless

No hay tiempo. Y lamentarse siempre es una pérdida de tiempo. Por todo lo que no hiciste, por lo que nunca sucederá, por lo que hiciste y salió mal. Soñábamos con salvar el mundo y bastante tenemos con salvarnos a nosotros mismos. Puede que sea lo mejor, seguir con nuestra vida intentando no acordarnos de los imposibles, porque no hay nada peor que la incertidumbre. Dar el portazo de una vez y dejar de idealizarlo todo. Toca sacar de ti de donde apenas queda, porque les miras y te preguntas dónde han aprendido a vivir. O puede que tu esperaras otra cosa de todo esto. Y esperar es horrible porque ella nunca se detiene y arrasa con todo lo que tiene a su alrededor, y si no corres a su ritmo te destroza. Es cuando se te ocurre la odiosa idea de mirar atrás, o peor, retroceder lo que ya has avanzado y pasarte años intentando encontrar otra vez el camino. Y sin darte cuenta, te has convertido en el mejor de los peores ejemplos, porque a veces se gana pero...a ti te queda mucho por aprender aún.

No hay comentarios:

Publicar un comentario