miércoles, 4 de febrero de 2015

Hold me

Todo es criticable, y todos. El problema es cuando te sientes expuesto en un escaparate esperando los comentarios de los demás acerca de todo lo que has hecho mal, o lo que no has llegado a hacer. Y nadie tiene ese poder, lo siento. Es muy fácil juzgar desde fuera las decisiones que toma la gente, incluso cuando parece lo más ilógico que podamos imaginar. Lo que personalmente me hace valorar a la gente que me rodea no es el hecho de poder hablar con ellos de todo o pasar mucho tiempo juntos. Creo que la gente a la que realmente le importas y te aprecia de verdad te puede dar su opinión sobre los caminos que tomes. Pero nunca te juzga. Se limita a darte un abrazo y apoyarte. Porque quien no viva punto por punto todas tus situaciones, no se puede poner mínimamente en tu lugar, ni imaginarse qué sientes, qué pasa por tu cabeza, qué te destroza. Sólo pueden escucharte y aconsejarte para que te vaya lo mejor posible y que seas feliz. Y quien no lo haga, está muy fuera de mi círculo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario