jueves, 13 de noviembre de 2014

We are

Tumbada sobre la cama, mirando el techo, sonriendo. Y alegrándote de que no ocurriera aquello. A veces las ganas de demostrar a los demás lo que quieres que vean de ti es complicado. Y quieres creer que la gente es diferente, porque todos nos sentimos diferentes, únicos. Pero todo se echa a perder cuando tu comportamiento es el mismo que el de la mayoría. Y otras veces, aparece gente en tu vida que la descoloca por completo. Para bien, esto es lo diferente. Porque todos odiamos los gritos, las discusiones, el control, la falta de privacidad que parece que tiene venir implícita en ciertas relaciones de nuestra vida. Y si eso es lo que esperas encontrarte, en eso acabarás envuelto sin darte cuenta. Vuelves a sonreír, acordándote de que tú tienes mucho más que eso.

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