martes, 22 de abril de 2014

[Al]One

Ella tenía un superpoder. Quizá no era el más espectacular ni el más útil, pero era cierto. Ella sabía el momento exacto en el que las personas que en algún momento se habían alejado (por voluntad o no) de ella, volvían a su vida. Y abril era un mes en el que se concentraban esas situaciones. Puede que por sus cambios de luz o por ese efecto tsunami que produce la primavera en general. Lo que muchos no esperaban era encontrarse la puerta cerrada. Pero las pocas veces que la dejaba abierta, la gente no encontraba a la persona que esperaba encontrar. Y entonces reparaban en hasta qué punto había cambiado ella o qué mínimo porcentaje les había dejado conocer. Porque era tan risueña, de las de la sonrisa pegada a la cara. Y sobre todo, muy emocional. Era precisamente eso lo que se les escapaba a todos, esa confusión debido a la facilidad que les resultaba verla (aparentemente) feliz, ser capaces de emocionarla. Pero estaban a años luz de tocarle el corazón.

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